Las aguas residuales son aquellas que se han visto afectadas negativamente por la acción de los seres humanos, las cuales requieren tratamiento de purificación para que puedan ser reaprovechables o verterlas a los canales sin los contaminantes dañinos al medio ambiente.

Provienen de entornos domésticos, urbanos, industriales, agrícolas y ganaderos. También puede ocurrir que por accidente o mala praxis las aguas naturales se mezclen con las anteriores mencionadas.

Clasificación de las aguas residuales:

La manera más común de su clasificación es por medio de la procedencia:

Domésticas o urbanas: son aquellas aguas provenientes de viviendas y núcleos urbanos. Se caracterizan por su alta concentración en contaminantes orgánicos y sólidos sedimentables, así como en bacterias.

Aguas residuales de las industrias agricultura y ganadera: provienen del sector primario de la economía, mayormente producidas por la ganadería. Contienen productos químicos utilizados para la cría de ganado, heces y orines de animales.

Residuales industriales: son las aguas que provienen de las fábricas de productos consumibles, manufacturados.
Contienen elevados niveles de químicos y metales pesados (como Níquel, Mercurio, Plomo, entre otros).

Derivadas de la lluvia: aguas producidas por los contaminantes que arrastra la lluvia que se encuentran presentes en las localidades urbanas y la atmosfera, mismos que llegan al suelo y lo contaminan. Comúnmente terminan en el sistema de alcantarillado.

¿Cómo tratar las aguas residuales?

El tratamiento de aguas residuales consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que buscan eliminar los contaminantes.

Entre los principales métodos de tratamiento encontramos el cribado grueso (criba rotatoria), unidad por aire cavitado (separación de partículas en suspensión mediante burbujas) en conjunto con floculante y coagulante. En todos los procesos de depuración suele haber tres grandes fases: el tratamiento primario, secundario y terciario.

Contar con los productos adecuados es parte importante de llevar un adecuado tratamiento. En Galber contamos con productos químicos para el tratamiento de aguas residuales y limpieza de equipos para el tratamiento.

Ácido Sulfúrico: su función es bajar los niveles de un pH alto, disminuyendo la alcalinidad del agua.

Sosa Cáustica: controlar los niveles de pH y ayuda a poder precipitar metales a pH altos. 

Hipoclorito de Sodio: su principal función es desinfección del agua, así como neutralización u oxidación de Cianuro en el efluente a tratar.

Metabisulfito de Sodio: captador de bacterias y de oxígeno. Es utilizado también como primera fase para la reducción de Cromo VI.

Peróxido de hidrógeno: es un fuerte oxidante, bactericida, clarificador, reductor de la Demanda Bioquímica de Oxígeno, reductor de sulfuro, además de eliminar Arsénicos, Cianuros, Hierro.

Ácido Fosfórico: se usa como ablandador de aguas industriales y en los procesos de tratamiento de aguas residuales y purificación del agua.

Coagulantes

                Cloruro Férrico: atrapa diminutas partículas que se encuentran el agua, para que sean eliminadas fácilmente.

                Hidróxido de Calcio: controla el pH, neutraliza la acidez, reduce la concentración de algunos contaminantes orgánicos, clarifica, funge como coagulante de partículas coloides. 

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